Todavia me dueles. Aún te extraño y muchas veces te necesito.
Me cuesta entender que no me quieras y que tu vida es mejor sin mi.
Lamentablemente ni tus años harán que te perdone, porque aun cuando creo que no soy una mala persona no puedo evitar odiarte cada vez que pienso que siendo mi propio padre eres capaz de negarme.