lunes, 2 de noviembre de 2009

The Smiths me hace vomitar hasta el cansancio.

Cuando ya no puedo conmigo, cuando las palabras ya no me sirven, cuando no hay abrazo que se sienta cálido me encierro en mi pieza, apago las luces y escucho The Smiths a todo volumen, grito las canciones , las siento, las que más llegan las lloro ( en silencio).
Anoche fue una noche de esas. Pensé que si apagaba el pc y me acostaba a escribir algún cuento hoy todo sería diferente, pero no fue así y mi cuerpo que aún tenía las letras pegadas en el paladar ( half a person o i know it´s over por citar algunas) decidió expulsar la pena literalmente, sacarla, echarla, eliminarla, deshacerse de ella dolorosa y escandalosamente.
Creo que todavía quedan penas anteriores y unas cuantas que se refrescan a cada rato. Ahora ya no quiero escuchar The Smiths, ahora obedeceré a mi cuerpo que no quiere absorber más, que solo quiere vomitar, vomitar, vomitar a ver si logra sentirse como antes.